jueves, 31 de diciembre de 2009

Mis deseos para el 2010

Que en su mesa nunca falte el pan, que en su espíritu abunde la fe, que su corazón guarde esperanza, que la ilusión mueva su mente y que en su hogar reine la paz.
Gracias por honrarme con su lectura.
Feliz año 2010.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Goberadora General del Canadá en Costa Rica

La Fundación Costa Rica Canadá es una institución de carácter financiero, sin fines de lucro, creada hace ya casi 22 años con el aporte económico solidario del pueblo canadiense. Por eso para nosotros, quienes tenemos el honor de trabajar para esta institución, fue motivo de enorme orgullo que nos visitara en algunos de los proyectos de mejoramiento urbano que estamos impulsando, La Gobernadora General del Canadá, Su Excelencia Michaëlle Jean.
La Gobernadora nos contagió con su carisma y nos motivó con su optimismo y genuina preocupación por los más necesitados y las personas en riesgo social.
En Los Guido y La Capri, dos comunidades marginales y de las más vulnerables del país, la Fundación está trabajando activamente en proyectos de mejoramiento urbano y de construcción de viviendas para algunas familias con ingresos mensuales que no superan los 300 US dólares, generando de esta manera acciones positivas para devolver la esperanza a quienes no la tienen, provocando la reinserción social y quebrando la exclusión, la cual es la manifestación más cruel de la pobreza. Mediante esta iniciativa se están construyendo nuevas carreteras, alcantarillado potable y sanitario, aceras, casa individuales y en edificios de condominio, parques y juegos infantiles, todo con recursos del subsidio que otorga para estos proyectos el gobierno de Costa Rica pero aprovechando la plataforma administrativa, experiencia y capacidad ejecutora de la Fundación Costa Rica Canadá.
Fue precisamente en estas comunidades que Su Excelencia trajo su luz y voz de aliento a los niños y madres que pudieron compartir con ella, generando en todos los presentes gran admiración y alegría. Fue muy conmovedor verla compartir uno a uno con gran cantidad de niños, consultándoles sobre sus sueños y aspiraciones y mostrándoles un camino lleno de esperanza.
Gracias a la Gobernadora por su visita y gracias al pueblo canadiense por apostar recursos en Costa Rica, los cuales han generado resultados tangibles y duraderos por más de dos décadas.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Cero en política criminal

Otro artículo que incluyo de una persona que no conozco, pero con el que comparto plenamente su posición.

Cero en política criminal.
La discusión acerca de la tenencia de armas de fuego en manos de particulares data desde que estas se inventaron.

Allá por el año de 1764 relataba Césare Beccaria, marqués de Bonesana en su tratado que revolucionó el derecho penal, Dei Delitti e delle Pene : Un Ensayo sobre los Crímenes y el Castigo , que al visitar una cárcel de la época, probablemente en su nativa Milán, se encontró con una gran piedra – arma al fin– encadenada.

Al preguntar por tan insólito hallazgo, le informó el alcalde acerca de que esta había sido condenada a prisión perpetua por haberse desprendido de un risco y cometido el crimen de aplastar a un transeúnte.

Falsa solución. Por eso no deja de sorprenderme que casi doscientos cincuenta años después aún no esté muy claro que son los seres humanos quienes delinquen y no los objetos inanimados y que si se prohíben estos, las personas dejan de delinquir. O para ponerlo en las palabras del célebre matemático, economista y filósofo de la Ilustración: “Las leyes que prohíben la portación de armas desarman solamente a aquellos que no están ni determinados ni predispuestos a cometer crímenes”.

Y es que el problema de la criminalidad no se resuelve con algo tan sencillo como “prohibir la compra y portación de armas”. Los datos recogidos alrededor del mundo demuestran que cuanto mayor es la libertad para poseer armas, menor es el índice de delincuencia. Para utilizar los mismos ejemplos del ilustre abogado penalista autor del artículo del 25 de noviembre pasado ( La Nación, Página Quince) , si bien es cierto que Inglaterra prohibió del todo las armas en 1997 y se las confiscó a todos quienes las tenían registradas (por supuesto que no se las quitó a quienes las tenían ilegalmente), para el año 2000, el país ostentaba el dudoso honor de contar con el mas alto índice de criminalidad del mundo industrializado, el doble al de los Estados Unidos.

En el año 2002, el servicio de inteligencia británico se lamentaba de que “A pesar de que Inglaterra tiene una de las más estrictas leyes regulando las armas de fuego, resulta evidente que quienquiera obtener una ilegalmente, la podrá conseguir con poca dificultad”.

A partir de la indicada prohibición, en Gran Bretaña los robos aumentaron en un 45% y los asesinatos en un 54%. Cuando en Australia se introdujo una restricción similar en 1996, los robos con armas aumentaron en un 51% y los demás crímenes violentos se incrementaron en proporción similar, precisamente ante la certeza de los delincuentes de que estaban atacando ciudadanos indefensos.

Por el contrario, en los Estados Unidos, que garantiza a sus ciudadanos honestos el derecho a tener armas de fuego, las cifras de homicidios andan en menos de 7 por cada 100.000 habitantes y los asaltos, robos y violaciones se mantienen muy por debajo del promedio inglés.

Países como Suiza, Noruega, Israel, Dinamarca, Grecia, Alemania y Austria, tienen bajos índices de criminalidad y un alto porcentaje de la población civil armada, lo cual contrasta con la altísima criminalidad de países como Rusia, México, Venezuela y Brasil, donde las armas son prohibidas para la ciudadanía, habiéndose incluso la delincuencia en este último atrevido a asaltar varios cuarteles policiales en Sao Paolo.

Pero volviendo a la exégesis del artículo glosado, habrá de explicarles su autor a los lectores por qué razón se va a disminuir la posesión de armas prohibidas por parte de los delincuentes –quienes, según él mismo lo reconoce, pueden adquirirlas fácilmente “tanto en la frontera norte como en la frontera sur”– porque se les prohíba a los ciudadanos honestos tener armas permitidas para su defensa o con fines deportivos y de cacería.

Consecuencias. Con una prohibición como la sugerida, lo único que se lograría serían cuatro cosas: 1.- Convertir a miles y miles de costarricense honestos que tienen armas de fuego en delincuentes de la noche a la mañana; 2.- Fomentar la existencia de un mercado negro o ilegal de armas y municiones, sin ningún tipo de control; 3.- Violar el artículo 21 Constitucional que garantiza el derecho a la vida, al impedir la legítima defensa, y 4.- Facilitarles el trabajo a los criminales al encargarse el Estado de desarmar a sus víctimas.

La “medida” propuesta por el articulista en el sentido de que el “camino inmediato es la prohibición absoluta de la adquisición, portación y tenencia de cualquier arma de fuego por particulares, personas físicas o jurídicas” y que “La reducción de las armas disponibles sin duda implicaría una disminución de los índices de los delitos más graves”, me recuerda la apodíctica frase de Groucho Marx que decía: “la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”.


Ricardo Guardia
Abogado, redactor de la primera Ley de Armas.