jueves, 25 de octubre de 2012

Principios y conceptos

En construcción constante...


15 lecciones sobre Liderazgo y Gestión del Talento Humano (Colin Powell) 


Lección 1: “Ser responsable a veces significa molestar a algunas personas.”
Lección 2: “El día que los soldados dejen de traerle sus problemas es el día que ud. dejó de ser su líder.”
Lección 3: “No tema retar a los profesionales, aún en su propio campo.”
Leccion 4: “Nunca descuide los detalles. Cuando la mente de todo el mundo está adormecida o distraída, el líder debe estar doblemente vigilante.”
Lección 5: “Ud. no sabe lo que le es posible hacer, hasta que lo hace.”
Lección 6: “Profundice mas allá de lo que se ve en la superficie.”
Lección 7: “La organización en realidad no logra nada.”
Lección 8: “Los organigramas y los títulos no cuentan nada”
Lección 9: "Nunca deje que su ego se apegue tanto a su posición que cuando Ud. pierda su posición, su ego se vaya con ella.”
Lección 10: "No busque los estereotipos. Deje de cazar las ultimas modas gerenciales.”
Lección 11: “El optimismo perpetuo es un multiplicador de fuerzas.”
Lección 12: “Los grandes líderes son casi siempre grandes simplificadores.
Lección 13: “Use la fórmula p @ 70.”
Lección 14: "Disfrute de lo que hace. No se mantenga a un paso que lo desgaste. Tómese sus vacaciones cuando le correspondan: disfrute de su familia.”
Lección 15: “Harry Truman estaba en lo cierto: aquellos en posición de responsabilidad están muy solos.”

Defensa Personal (Jeff Cooper)
- Estado de alerta
- Decisión
- Velocidad
- Agresividad
- Mente fría
- Rudeza
- Sorpresa

Liderazgo: 7 lecciones de un SEAL (Willian McRaven)

1. Se trata siempre de personas
2. Desafíe a su equipo
3. Aprender del fracaso
4. Tome riesgos inteligentes
5. Sea un buen seguidor
6. Trabajar por el bien común
7. Ve hacia la acción

Principios de Operaciones Especiales (Willian McRaven)
- Simplicidad
- Seguridad
- Repetición
- Sorpresa
- Velocidad
- Propósito

Fases en Operaciones Especiales (Willian McRaven)
1. Planeamiento
2. Preparación
3. Ejecución

Factores morales en Operaciones Especiales (Willian McRaven)
- Coraje
- Intelecto
- Determinación
- Perseverancia


Áreas del conocimiento (PMI)
- Alcance
- Tiempo
- Costo
- Calidad
- Recursos humanos
- Comunicación
- Riesgo
- Aprovisionamiento
- Integración

Ciclo de vida del proyecto (PMI)
- Inicio
- Planificación
- Ejecución
- Control
- Cierre

7 hábitos de la gente altamente efectiva (Stephen Covey)
- Ser proactivo
- Comience con un fin en mente
- Poner primero lo primero
- Piense ganar- ganar
- Primero entender, luego ser entendido
- Sinergía
- Afilar la sierra

Conversaciones cruciales (Vital Smarts)
- Salir del estancamiento
- Comenzar con empatía
- Aprender a observar
- Crear un entorno seguro
- Controlar mis emociones
- Exponer mi camino
- Explorar los caminos de otras personas
- Pasar a la acción

4 disciplinas de la ejecución (Franklin Covey)
- Enfocarse en lo crucialmente importante
- Crear un convincente tablero de anotación de resultados
- Convertir metas de alto nivel en acciones específicas
- Rendir cuentas unos a otros, todo el tiempo

4 núcleos de la credibilidad (Franklin Covey)
- Integridad
- Intención
- Capacidades 
- Resultados

13 conductas de alta confianza (Franklin Covey)
- Hable con franqueza
- Demuestre respeto
- Cree transparencia
- Corrija los errores
- Demuestre lealtad
- Logre resultados
- Mejore
- Enfrente la realidad
- Clarifique expectativas
- Rinda cuentas
- Primero escuche
- Cumpla sus compromisos
- Extienda confianza

4 reglas básicas de seguridad con armas de fuego
- Toda arma está siempre cargada
- Dedo fuera del gatillo
- No apuntar a nada que no se quiera destruir
- Estar consciente del objetivo y lo que hay detrás

Principios básicos de puntería
- Empuñadura
- Posición del tirador
- Alineamiento de miras
- Control del gatillo

Consejos de seguridad, niños y armas (NRA)
- Alto
- No toque 
- Abandone el sitio
- Avise a un adulto







miércoles, 17 de octubre de 2012

Los Polígonos de tiro, alarma, a partir de hechos imaginarios.

Comentario publicado en CANARA el 17/10/12.


Los Polígonos de tiro, alarma, a partir de hechos imaginarios.


Hace un par de semanas, algunos medios de prensa trataron de hacer escándalo público de hechos que no existían más que en la imaginación de sus propios reporteros.
En concreto, se informó que polígonos de tiro autorizados por el Ministerio de Seguridad Pública ofrecían capacitación en técnicas defensivas con armas de fuego a menores de edad.
En primer lugar, es necesario aclarar que en ningún polígono del país se ofrecen esos cursos. Por el contrario, cursos de ese tipo se imparten solo a mayores de edad, que cumplan con los requisitos de ley para tenencia y portación legal de armas.
No es cierto que los polígonos sean “ambientes llenos de violencia”. La mejor prueba es que no existe ningún hecho violento registrado en polígonos en la historia reciente.
Por otro lado, es obligación y potestad de los padres y madres, educar a sus hijos libres de dogmas malsanos; en este caso, aquellos que rodean la posesión legal de armas.
Para combatir ese criterio oscurantista de fomentar la ignorancia como supuesta forma de protección a la juventud y la niñez, la Asociación Pro Defensa Civil y de la Seguridad Ciudadana aboga por la educación y la formación como camino para erradicar las negligencias con armas. Basamos nuestros contenidos en filosofías educativas internacionales de demostrada validez e impacto positivo.
Nuestro programa se basa en 4 pasos sencillos y efectivos que deben seguirse cuando un menor o un adulto se encuentran en presencia de un arma y no son competentes para manipularla de forma segura y responsable, a saber:
1. ¡ALTO! –
2. ¡NO LA TOQUE! –
3. ¡SALGA DEL LUGAR! –
4. ¡AVÍSELE A UN ADULTO RESPONSABLE! –
Este programa educativo es tan efectivo para evitar actos negligentes que inclusive el Viceministerio de Paz lo está incorporando en sus programas de prevención de negligencias con armas en escuelas de todo el país.
El acceso de menores a los polígonos, si se dieran casos aislados, se hace como lo ordena la ley, es decir en compañía y bajo la supervisión directa de uno de sus padres o un adulto guardián, bajo las más estrictas normas de seguridad y siguiendo una filosofía de educación, prevención y responsabilidad parental.
De esta forma se elimina la natural curiosidad y malicia de los niños hacia cualquier objeto prohibidos en un ambiente de seguridad y responsabilidad. Son los propios padres quienes, en cada caso, deben considerar esta opción formativa, tomando en cuenta sus principios filosóficos y la madurez física, intelectual y emocional de sus hijos.
Dentro de este marco de prevención, la visita de un menor a un polígono puede servir para que los padres enfaticen a sus hijos que las armas no son juguetes; que deben manipularse solo bajo la supervisión de un adulto responsable; que solo se usan en situaciones muy calificadas.
Y finalmente que la violencia en las telenovelas, en otros programas de televisión y en el cine si son en la mayoría de los casos portadores de elementos criminógenos nada recomendables para la juventud.
Es verdaderamente lamentable que un medio de prensa supuestamente serio haya incurrido en la ligereza de pretender crear una situación de alarma a partir de hechos imaginarios.
Sergio Arguedas. Presidente Asociación pro Defensa Civil y de la Seguridad Ciudadana

miércoles, 10 de octubre de 2012

Educación de menores y armas


Educación de menores y armas

El programa educativoes robusto para evitar actos negligentesy violentos

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SERGIO ARGUEDAS www.prodefensa.org@nacion.com 12:00 A.M. 10/10/2012
A la luz de la nota escrita por la periodista Katherine Chaves, publicada el día 30 de setiembre de 2012 en el periódico LaNación, en donde se sugiere al país que en polígonos de tiro debidamente autorizados por el Ministerio de Seguridad Pública se ofrecen rutinariamente programas de adoctrinamiento y capacitación en tácticas y técnicas defensivas a menores de edad, nos permitimos aclarar:
1. En ningún polígono del país existe una oferta formal como la sugerida por la periodista Chaves. Cursos de ese tipo se imparten en el país solo a mayores de edad, con aporte de todos los requisitos de ley para la tenencia y portación formal y legal de armas permitidas.
2. No es cierto que los polígonos sean “ambientes llenos de violencia”, como lo manifestó equivocadamente la sicóloga Allison Boza. La mejor prueba de esto es la absoluta inexistencia de cualquier tipo de hecho violento en dichos lugares en la historia reciente del país.
3. Es obligación y potestad de los padres y madres de familia, y así lo amparan las leyes vigentes, desmitificar con sus hijos e hijas dogmas malsanos; en este caso, aquellos que se han tejido alrededor de la posesión legal y responsable de armas permitidas en el país.
Para combatir el criterio oscurantista de fomentar y consolidar la ignorancia como supuesta forma de protección a la juventud y la niñez, es que la Asociación Pro Defensa Civil y de la Seguridad Ciudadana (ProDefensa – www.prodefensa.org) aboga por la objetiva educación, la correcta formación, y la dotación de herramientas educativas apropiadas para erradicar las negligencias con armas que han ocurrido en el país. Basamos nuestros contenidos en filosofías educativas internacionales con demostrada validez e impacto positivo sobre las conductas precautorias de menores y adultos.
Nuestro programa se basa en 4 sencillos pero efectivos pasos que deben seguirse cuando un menor o un adulto se encuentran en presencia de un arma y no son competentes para manipularla de forma segura y responsable, a saber:
1. ¡ALTO! – El menor o el adulto debe detener lo que estaba haciendo al ver un arma.
2. ¡NO LA TOQUE! – Evita totalmente la manipulación innecesaria del arma.
3. ¡SALGA DEL LUGAR! – Permite distanciarse del objeto a la brevedad posible.
4. ¡AVÍSELE A UN ADULTO RESPONSABLE! – En el caso de adultos, a una autoridad competente.
Este programa educativo es tan robusto para evitar actos negligentes y violentos que inclusive el Viceministerio de Paz ha seguido la pauta y está incorporando estos principios en sus programas de incidencia y prevención de negligencias con armas en escuelas de todo el país.
El acceso de menores a los polígonos, en los casos aislados y calificados cuando podría darse, se hace apropiadamente bajo la responsabilidad y supervisión directa de adultos capacitados y responsables, bajo las más estrictas normas de seguridad y siguiendo una filosofía de información, educación, prevención de negligencias y responsabilidad parental. De esta forma se elimina la natural curiosidad y la malicia de los niños hacia los objetos prohibidos en un ambiente controlado de seguridad y responsabilidad. Son los padres quienes deben crítica, consciente y responsablemente considerar esta opción formativa, tomando en cuenta todos los requerimientos anteriores, así como la madurez física, intelectual y emocional de un menor.
Dentro de este marco conceptual de prevención y educación, la visita de un menor a un polígono puede servir como un elemento adicional para que los padres enfaticen a los menores que las armas no son juguetes; que no deben manipularse en ausencia de un adulto responsable; que solo se usan en situaciones muy calificadas; que la violencia que se ve en las telenovelas, la televisión y el cine no son conductas reales y mucho menos aceptables, etc. Denunciamos y censuramos la falta de objetividad y manipulación de la realidad y de la opinión pública por parte de la periodista Chaves, de La Nación en sus notas de seguimiento y de las organizaciones que promueven este tipo de notas para provecho político y económico propio.
Sergio Arguedas. Presidente Asociación pro Defensa Civil y de la Seguridad Ciudadana

jueves, 4 de octubre de 2012

Inaceptable desinformación sobre armas y crimen


Excelente artículo de Juan Carlos Hidalgo Analista de políticas públicas en el Cato Institute (www.elcato.org). Twitter: @jchidalgo, publicado por La Nación


Max Loría, viceministro de la Paz, dice responder a los cuestionamientos que se le han hecho sobre el uso sospechoso de estadísticas que muestran un supuesto vínculo entre la tenencia legal de armas de fuego y el crimen en Costa Rica. Su respuesta, sin embargo, genera más dudas no solo sobre los datos que presenta, sino también sobre sus esfuerzos cada vez más evidentes por desinformar a la opinión pública, en una campaña tendiente a desarmar a la ciudadanía frente a los criminales.
El origen de la controversia fue la publicación del informe Armas de fuego y violencia en Costa Rica, por parte del Viceministerio de la Paz. En el acto de presentación, Loría brindó dos estadísticas que supuestamente venían en el estudio: 1.- El 55% de los delitos que se cometen en Costa Rica se realizan con armas de fuego debidamente registradas, y 2.- la correlación estadística entre la tasa de homicidios y la cantidad de armas legalmente inscritas es de 77%. Dichos datos los reprodujeron los diversos medios de comunicación que asistieron al evento. Incluso en la página web de Radio Reloj aún se encuentra disponible un audio donde Loría afirma que “de las armas relacionadas con algún delito, fíjese que el 55% son legales y tienen la matrícula al día”.
Estadísticas dudosas. Sin embargo, a diferencia de lo que se reportó en los medios, ninguna de esas dos estadísticas se encuentra en el informe mencionado. En su artículo, Loría nos quedó debiendo la explicación del por qué le brindó a la prensa datos que no eran resultado de dicho estudio para que fueran reportados como tal. En todo caso, en su respuesta Loría nos da una pista del misterioso origen de esas estadísticas. Primeramente, señala que, según la Dirección General de Armamento (DGA), “el 55% de las armas decomisadas por evidencias judiciales están, o estuvieron en algún momento inscritas”. Nótese como ya no se trata de armas “relacionadas con algún delito”, como dijera a Radio Reloj, sino de simplemente “decomisadas por evidencias judiciales”. Tampoco se trata ya de armas que en su totalidad “tienen la matrícula al día” como afirmara en la radio. En realidad, un arma puede ser decomisada en múltiples circunstancias que no necesariamente involucran la comisión de un delito contra la propiedad o la vida de alguien, como, por ejemplo, que alguien ande su arma con el permiso de portación vencido o que un guarda de seguridad privado no cuente con sus papeles migratorios en orden. Dar a entender que todas las armas decomisadas participaron en actos delictivos es tendencioso. También es nebuloso el origen y veracidad de la estadística del 55%. En ninguna parte la DGA ha publicado ese dato, de tal forma que es imposible verificarlo. Solo sabemos de él por boca de las autoridades. Y otros funcionarios, refiriéndose a la misma estadística, han dado una cifra muy diferente.
En una entrevista reciente en Semanario Universidad, el viceministro de Seguridad, Celso Gamboa, afirmó que “de las 36.000 armas que tengo decomisadas en el arsenal nacional, vinculadas a hechos ilícitos, un 45% son armas registradas”. Entonces, ¿qué dato y a quién le creemos? Sin que hubiera aclarado en lo absoluto esa estadística, Loría salta a otra cuya validez es igualmente dudosa: la supuesta correlación del 77% que existe entre la tasa de homicidios y la cantidad de armas matriculadas. Loría afirma que este cálculo proviene de su despacho, pero no explica cómo arribó a este. Al no estar publicado en ningún informe oficial, tampoco se puede verificar. No obstante, el dato parece ser el resultado de la simple división de la tasa de armas registradas por cada 100.000 habitantes (5,28) entre la tasa de homicidios cometidos con armas de fuego por cada 100.000 habitantes (6,8).
El cálculo es tan absurdo, que si la tasa de homicidios cometidos con armas de fuego fuera el doble, la supuesta correlación estadística –que Loría describe como “alta, directa y significativa”– más bien caería a la mitad. Es decir, un alza en los asesinatos con armas de fuego haría bajar la correlación que tanto desvela a Loría, y una baja en los crímenes de ese tipo, que sería a todas luces deseable, más bien subiría la correlación. Un perfecto ejemplo de una estadística que no sirve para nada, excepto, claro está, para desinformar a la opinión pública.
En resumen, Loría agrava las sospechas de que ha incurrido en una grave manipulación de datos, con el fin de crear la percepción de que las armas legales están relacionadas con la criminalidad y que, por lo tanto, se necesitan más regulaciones que haga prohibitiva su tenencia y portación.
Es censurable que el viceministro de la Paz haya caído en una campaña de tergiversación tan grosera con tal de cercenar el derecho a la defensa propia de miles de costarricenses, al cual recurren ante la incapacidad del Estado para defenderlos y poner freno a los criminales.
Loría afirma que el Gobierno solo busca limitar la tenencia legal de armas en el país. Sin embargo, las verdaderas intenciones de la administración Chinchilla fueron muy bien resumidas por la presidenta ejecutiva del PANI en declaraciones a La Nación el pasado domingo: “Estamos en un proceso de desarmar al país”. Y para ello, parece que cualquier herramienta es válida, incluso la manipulación de estadísticas y la desinformación.
Juan Carlos Hidalgo Analista de políticas públicas en el Cato Institute (www.elcato.org). Twitter: @jchidalgo

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Gobierno lanza "La Maquillista"


Excelente artículo de Juan Carlos Hidalgo, para su Blog en El Financiero


Gobierno lanza "La Maquillista"


La administración Chinchilla no da pie en bola. La imagen de la labor de la presidenta se encuentra en niveles históricamente bajos. Nada menos que el 90% de los costarricenses cree que ella no es firme y un 75% considera que su gobierno no es honesto. ¿Podemos estar tantos ticos equivocados? Según Francisco Chacón, ministro de desInformación, eso es lo que ocurre. Los medios de comunicación, dijo en mayo anterior, no le están transmitiendo a los costarricenses la realidad. Y es por eso que la administración Chinchilla ha decidido lanzar un nuevo medio digital, para que los pobres engañados costarricenses finalmente abramos los ojos ante el magnífico gobierno que tenemos en frente.
Es así como ha salido al aire "La Noticia", un periódico online cuya misión es traerle a los costarricenses la buena nueva de la administración Chinchilla y a comunicarnos la realidad que nos niegan los medios de comunicación tradicionales. Sin embargo, si algo nos transmite este medio es la falta ideas que hay en Casa Presidencial. Basta con ver el nombre del nuevo pasquín digital para quedar notificados de que la originalidad y la sofisticación no abundan en Zapote.
En "La Noticia" no encontrará Usted notas sobre la trocha fronteriza, los puentes baileys que proliferan por todo el país, la avalancha de denuncias de corrupción que ahoga la capacidad de engavetarlas de la Fiscalía, o el déficit fiscal récord que ostentamos en América Latina. Tampoco leerá sobre cómo el gobierno ha decidido usar una donación del BCIE para propaganda, que es de donde probablemente sale el financiamiento del pasquín oficialista. En la sección de Opinión de "La Noticia" no encontrará Usted análisis de los principales problemas que agobian al país, ni críticas a la labor de las autoridades. Pero sí verá de vez en cuando alguna nota sobre cómo Costa Rica es el país más feliz del mundo.
Pero quizás lo más preocupante es que en "La Noticia" tampoco verá por ninguna parte una aclaración de que se trata de un medio de Casa Presidencial. Según Mario Aguilar, jefe de Prensa de Casa Presidencial, eso se debe a "una estrategia de mercado". Parece que en Zapote entienden por "estrategia de mercado" engañar a la gente. Y este es el mismo gobierno que tiene una oficina de Defensa del Consumidor para evitar que la empresa privada haga publicidad engañosa. Hablemos de dobles estándares...
Más que indignación, el lanzamiento de "La Noticia" nos debe dar pena por el gobierno. Muchas veces he escrito aquí que no se le puede pedir peras al olmo. Todos los días la administración Chinchilla nos demuestra que el pesimismo que embarga a los costarricenses no es producto de una situación económica precaria, sino de un gobierno que nos apena. Más bien, el nombre más apropiado para el nuevo periódico chinchillista debería ser "La Maquillista".

viernes, 14 de septiembre de 2012

Feliz día de la independencia.

Hoy, a punto de celebrar otro año de nuestra independencia, no debemos olvidar nosotros, ni dejar de recordar a las futuras generaciones que Costa Rica no es lo que Oscar Arias y su séquito nos han venido vendiendo en los últimos años. Ese pacifismo a ultranza, con carácter de oportunismo puede quererlo él, pero no tenemos porque dejarnos arrastrar. 

Costa Rica la construyeron hombres y mujeres de verdad; campesinos, trabajadores, estadistas. Fue fortalecida por los ideales de Jose María Castro Madriz, Braulio Carrillo, Ricardo Jiménez, Cleto González, José Figueres, Otilio Ulate, Calderón Guardia, solo por citar algunos. Fue defendida su libertad y soberanía por hombres como Juanito Mora, el General Cañas, Frank Marshall, Vico Starke y Edgar Cardona. 

No nos perdamos compatriotas, que nuestra sangre todavía está impregnada por Pablo Presbere. Feliz día.
"Tumba sea del bravo soldado el pendón blanco, rojo y azul".

jueves, 13 de septiembre de 2012

Expertos reclaman un urgente debate sobre control de armas

Artículo publicado por el Semanario Universidad.


El Gobierno “manipula” datos para imponer su reforma a la ley armas, denuncia la Asociación ProDefensa Civil y de la Seguridad Ciudadana.
Un proyecto de ley impulsado por el Gobierno, con el que pretende reformar la actual legislación sobre armas y explosivos, desató una fuerte polémica entre representantes del Estado y propietarios de armas de fuego, quienes acusan a las autoridades del Ministerio de Seguridad Pública y del Ministerio de Justicia y Paz, de “manipular” cifras y estadísticas para imponer su tesis y dejar indefensa a la población ante el embate de la delincuencia.
La iniciativa, bajo el expediente 18.050 (véase UNIVERSIDAD, edición 1960 del 29 de agosto), se encuentra en subcomisión en la Comisión Permanente Especial de Seguridad y Narcotráfico, luego de ser convocada en sesiones extraordinarias el mes pasado por el Poder Ejecutivo.
En esa misma instancia se halla otro proyecto, el 17.977, impulsado desde el año pasado por el Movimiento Libertario, y que pretende establecer como un derecho y no una concesión, la tenencia y portación de armas en Costa Rica.
La polémica surgió luego de que el viceministro de Justicia y Paz, Max Loría, presentó el 8 de agosto un estudio coordinado por esa dependencia, en el que se vincula la existencia, tenencia y portación de armas de fuego, con el aumento de la violencia, la criminalidad y los homicidios, al tiempo que recomienda la adopción de una serie de restricciones en la materia.
Tres integrantes de la Asociación ProDefensa, Mauricio Alvarado, Sergio Arguedas y Miguel Cifuentes, así como Eric Ericsson, instructor en manejo de armas, visitaron UNIVERSIDAD para rebatir las tesis oficialistas dirigidas a reducir la tenencia y portación de armas en manos de civiles en el país, y reclamar el derecho de los ciudadanos “honestos” a defenderse ante la ausencia de una seguridad que, a su juicio,  el Estado costarricense dejó de garantizar hace mucho tiempo.
Dicha organización nació hace aproximadamente un año, como una respuesta a las necesidades de la población en materia de seguridad ciudadana y resolución de problemas conexos.
Cifuentes puso en duda las afirmaciones de las autoridades del Gobierno, que en la discusión del proyecto de reforma tienen el apoyo y asesoría de la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, de que una mayor tenencia y portación de armas se correlaciona con mayores niveles de violencia y delitos.
“La mayor parte de los delitos y homicidios no se cometen con las armas en poder de las personas responsables, que acuden a registrarlas y cumplir con los requisitos de ley”, indicó Cifuentes.
Por su parte, Mauricio Alvarado, lo mismo que Ericsson, denunciaron que en la discusión en torno a la reforma, la participación democrática ha estado ausente en las instancias gubernamentales, pues las propuestas y observaciones de la Asociación “nunca” fueron tomadas en cuenta.
“No hay un debate integral, ni inclusión en la discusión del tema”; el Gobierno y sus autoridades  “están encapsulados en una sola cosa”, dijo Alvarado.
Los integrantes de la Asociación emplazaron al viceministro Loría a responder de dónde vienen las estadísticas incluidas en el informe dado a conocer el pasado 8 de agosto,  donde relacionan cantidad de armas con el aumento de la violencia.
“Hay manipulación, además de que nos excluyen de un proceso que debería ser participativo”, lamentó por su parte Miguel Cifuentes.
Tanto él como Alvarado y Arguedas, no descartaron la conveniencia de que se negocie una refundición del proyecto gubernamental con el del Movimiento Libertario, que consideraron una iniciativa seria.
Los integrantes de la Asociación dijeron que las autoridades de Seguridad Pública y del Ministerio de Justicia se contradicen, ya que por un lado anuncian que se registra una mejoría en las condiciones de seguridad del país y en la disminución de homicidios, y por otro insisten en las presuntas consecuencias de la proliferación de armas y la correlación con el aumento de la violencia.
“Los crímenes en Limón y en otras partes no son cometidos con armas inscritas ni por propietarios responsables. Cuántas armas del Estado son robadas por los delincuentes a la misma policía”, como ocurrió con el armamento de la Policía del Tránsito, se preguntó la mencionada agrupación.
El abogado Alvaro Sagot explicó que en Costa Rica la tenencia y portación de armas -a diferencia de Estados Unidos, donde una enmienda constitucional lo consagra como derecho de los ciudadanos-, se produce mediante una concesión (véase “Viceministro Celso Gamboa: La tenencia de armas jamás será un derecho en Costa Rica”).
No obstante, expresó su rechazo a que se adopten medidas destinadas a una restricción total de la tenencia y portación.
“De hecho yo porto armas, porque por mis actividades (una de ellas la defensa del  ambiente) he recibido amenazas y tengo derecho a defenderme”, comentó.
Sagot dijo que con un arma “me siento seguro; no es que voy a dispararle a todo el mundo; he hecho pruebas psicológicas y estoy absolutamente a derecho”.
“Me parece que eliminar esa concesión del Estado nos dejaría en una total y absoluta desventaja. La tesis de cero armas no es la salida”, advirtió.
Por su parte, el también exministro de Seguridad Pública, Fernando Berrocal, se mostró partidario de la existencia de controles fuertes, “pero a este problema hay que buscarle una salida democrática y equilibrada”, aclaró.
En su opinión, hay zonas como las áreas marginales y focos de crimen en el país, donde mucha gente “necesita andar armada”, por lo que sería un error desarmar a “todo el mundo”.



Johnny Echeverría Brealey:

Propiciar desarme total es un absurdo

El exministro de Seguridad Pública, Johnny Echeverría Brealey, consideró que el  Estado debe reglamentar la tenencia y uso de armas de fuego, aunque cree que propiciar un desarme sería un “absurdo”.
Se ha creado una gran polémica sobre la reforma a la ley de armas y explosivos.   ¿Cuál es la opinión suya sobre el tema?
-En Costa Rica, legalmente hablando, nunca ha sido un derecho como lo es en Estados Unidos, que incluso tiene rango constitucional. Aquí siempre ha sido una concesión, un permiso del Estado a personas que tienen razones para andar armados. Considero que tiene que ser regulado; es una concesión, no un derecho inherente a las libertades del ser humano.
¿Pero es válida la tesis dirigida a desarmar a todo el mundo?
-Por supuesto que no es válida.
Sobre las iniciativas en tal sentido, ¿qué es lo más correcto, diálogo, consenso?
-Como siempre, lo óptimo -cuando se va a legislar sobre temas controversiales- es tratar de obtener consenso hasta donde se pueda. No es fácil; lo que pasa es que en Costa Rica tenemos la tendencia de irnos hacia los extremos, lo cual es un error. Están quienes quieren prohibir las armas del todo, lo cual es un absurdo, hasta los que quieren que todo el mundo ande armado, que tampoco es lo correcto. Hay que buscar un término medio, en el que se regule efectivamente la tenencia y la portación de las armas, pero que no se cierre ni se limite y que a cualquiera que justifique la necesidad, razonablemente, se le conceda con todos los requisitos que se requieran.
Lo de la cantidad es relativo. Si es una, dos o más, depende. Si usted quisiera o es una persona que corre riesgo, en su automóvil debería portar tres armas, según los expertos, si quiere tener una verdadera y adecuada protección, por ejemplo.
¿Cómo conciliar el tema de seguridad y armas?
-Es un problema de cultura. No hay país en el mundo donde haya más armas en manos de civiles que en Suiza. Sin embargo, es un país relativamente pacífico. Todos los hombres y mujeres forman parte del ejército y se llevan las armas para la casa cuando están en las reservas; son armas de guerra y no se están matando, porque son civilizados. Las armas no matan, las que matan son las personas. Si quisiéramos impedir las muertes, prohibiríamos los carros y las motocicletas. Pero, son los choferes irresponsables los que matan gente. Se cree que haciendo difícil la tenencia de armas se evitará que se sigan cometiendo los delitos. Los delincuentes nunca van a tener problemas para conseguir armas: se las roban a los policías, a los guardas de seguridad. Si yo como ciudadano responsable quiero un arma, tengo que comprarla. Si dificultan comprarla están haciendo difícil la situación para quienes cumplimos la ley y facilitándosela a quienes la incumplen.



Viceministro Celso Gamboa:

Poseer armas jamás será un derecho

El viceministro de Seguridad Pública, Celso Gamboa, dijo a UNIVERSIDAD que la tenencia y portación de armas “jamás será un derecho” en Costa Rica.
A continuación, un extracto de una conversación mantenida con el funcionario:
¿Qué necesidad implica para Costa Rica ejercer y restringir los derechos de tenencia y portación de armas?
-Es una necesidad fundamental, sobre todo en lo que se refiere a la protección de la integridad física de los habitantes del país. Costa Rica es un país en donde pulula una gran cantidad de personas que -pese a tener requisitos para portar armas- han demostrado ser personas no idóneas para merecer ese permiso. Establecemos claramente que la portación de armas en Costa Rica jamás será un derecho, sino una graciosa concesión que el Estado costarricense les da a las personas que cumplen ciertos requisitos. Esta es una premisa fundamental. Es una concesión, un permiso, y quien quiera un arma debe optar por ese permiso. Precisamente estamos dotando al Estado de una mayor capacidad de discernimiento, para saber y determinar quiénes son los merecedores de contar con ese permiso. Y esto es algo fundamental. Anteriormente se estaban dando permisos de portación a muchas personas, que posteriormente demostraron ser  no aptas  para haberlo recibido.
¿La idea de ustedes es restringir la cantidad de armas que circulen con permiso?
-También la cantidad de armas que circulan con permiso. Ya hay una discusión en la ley, negociaciones en el parlamento y diputados. Habría que ver cuántas aprueban y cuántas no. La propuesta original hablaba de un arma, pero ya se amplió. Pero más que la cantidad de armas que pueda tener una persona o no, son las condiciones que tiene.
Los sectores que adversan el proyecto oficial acusan al Gobierno de estar manipulando información y cifras, y por otro lado cuestionan la tesis de que cuanto mayor armamento haya, más posibilidades de violencia existe. ¿Qué opina usted?
-Es un problema ideológico, estadístico y también hay que tener claro en dónde está situada Costa Rica geográficamente. Estamos en el corredor centroamericano del narcotráfico, inmersos en la zona más violenta del mundo, donde mueren más personas sin haber guerra declarada.
Los datos aportados por el Ministerio de Justicia y Paz y mencionadas por usted, indican que la mayor parte de los homicidios ocurridos en el país son cometidos con armas de fuego. ¿Qué tan reales son esas cifras?
-El año pasado murieron (por crímenes) 450 personas en este país. De esas 450,  300  fueron asesinadas con armas de fuego. De las 36.000 armas que tengo decomisadas en  el arsenal nacional, vinculadas a hechos ilícitos, un 45% son armas registradas.
Los adversarios a una reducción en la tenencia y permisos de portación argumentan que no se le puede negar el derecho a la ciudadanía a armarse, cuando el Estado no garantiza la seguridad de los ciudadanos. Dicen que esto más bien castiga a las personas que actúan responsablemente.
-Costa Rica en este momento parte de una premisa: no hay un derecho a portar armas en este país; existen permisos, que es una situación completamente diferente. Partiendo de eso, podemos señalar que los esfuerzos del país son más que sobresalientes. Es uno de los únicos países de Latinoamérica que logró reducir los índices de delincuencia en estos dos años. Tenemos una tasa de homicidios que viene en descenso, hay esfuerzos contundentes, pero no queremos participaciones ciudadanas en el tema de impartir justicia y servir de guardianes. Queremos una sociedad responsablemente armada y lo que estamos estableciendo son ese tipo de concesiones.

Las Armas de Fuego en manos de Cuidadanos Responsables, no son el problema!!!

Las misteriosas estadísticas del viceministro de la Paz

Excelente artículo del señor juan Carlos Hidalgo, publicado hoy en La Nación

Max Loría, el viceministro de la Paz (sí, en Costa Rica parece que necesitamos un jerarca con ese título), ha lanzado una campaña contra la posesión legal de armas de fuego por parte de la ciudadanía. En diversos medios el funcionario ha responsabilizado a las armas debidamente inscritas por el grueso de la delincuencia en el país. Y para demostrarlo ha recurrido a estadísticas que, sin embargo, generan dudas sobre el rigor intelectual del viceministro.

El 9 de agosto, La Nación publicó una nota titulada “ El 55% de las armas utilizadas en delitos tienen papeles en regla ”. La estadística, señala la noticia, provenía de un informe publicado por el viceministerio de la Paz. Además, la nota añade que el estudio encontró que “el 77% de los homicidios son cometidos con armas de fuego debidamente matriculadas”. Estas cifras serían contundentes si tan solo fueran ciertas. 

Estadísticas falsas. El informe de marras, Armas de fuego y violencia en Costa Rica, se encuentra disponible en la página web del Ministerio de Justicia y Paz. Basta una rápida lectura para darse cuenta de que en ninguna de las 26 páginas del documento aparecen las estadísticas que publicó La Nación. ¿De dónde salieron entonces?

Peor aún, los números de Max Loría cambian todas las semanas. En declaraciones que fueron publicadas recientemente en Semanario Universidad, el viceministro afirmó que “ En el país hay más de 200.000 armas de fuego inscritas y sabemos que un 63% de los crímenes que se cometen son con ese tipo de armas” . Esta vez el viceministro de la Paz no señaló la fuente de su estadística, pero parece venir del informe antes indicado, el cual encontró que en el 2009 el 64% de los homicidios ocurridos en Costa Rica se cometieron con armas de fuego. Sin embargo, el estudio no especifica cuántos asesinatos ocurrieron con armas debidamente inscritas y cuántos con armas ilegales.

De tal forma, el viceministro Loría se tomó una tremenda licencia literaria al achacar el 100% de los homicidios del 2009 a armas con los papeles en regla.

Basta dar un breve vistazo a las estadísticas de homicidios de ese año para darse cuenta de lo absurdo del cargo. Según datos del Poder Judicial, 33 asesinatos se debieron a problemas de droga. ¿Todos los narcotraficantes asesinan con armas debidamente inscritas? De igual forma, 10 homicidios fueron por presunción de sicariato. ¿Los sicarios registran sus AK-47 ante las autoridades? También queda la duda de si los 91 asesinatos por robo que se cometieron ese año fueron realizados en su totalidad con armas legales.

Finalmente, la estadística incluye 21 homicidios por legítima defensa, los cuales muy probablemente ocurrieron con armas en regla, pero, como el nombre lo dice, fueron usos legítimos de estas.

Es válido que en Costa Rica tengamos un debate sobre el control de armas y que recurramos a estadísticas para sustentar nuestras posiciones.

Abundante evidencia internacional sugiere que la fijación que muestran las autoridades por atacar la posesión legal de armas podría ser contraproducente. Lo único que logran estas leyes es desarmar a aquellas personas que cumplen la ley. Los criminales, por definición, ignorarán los controles y continuarán armados. Peor aún, se verán beneficiados ya que sus potenciales víctimas serán incapaces de defenderse.

En todo caso, este es un debate que podemos tener en cualquier momento. Pero resulta inaceptable que las autoridades traten de alcanzar objetivos de política pública, como buscar prohibir o restringir severamente la tenencia legal de armas de fuego, inventando y manipulando estadísticas. Por eso insto al viceministro Loría a que nos diga de dónde está sacando estas cifras sobre crimen y armas legales. O, en su defecto, que explique por qué está desinformando a los costarricenses en un tema tan importante como la seguridad ciudadana.

Juan Carlos Hidalgo es analista de políticas públicas en el Cato Institute (www.elcato.org). Twitter: @jchidalgo

martes, 4 de septiembre de 2012

Más manipulaciones del viceministro de la Paz


Más manipulaciones del viceministro de la Paz

La semana pasada cuestioné por este medio a Max Loría, viceministro de la Paz, por la estadística que ha venido repitiendo en los medios de comunicación de que el 63% de los crímenes en Costa Rica se cometen con armas debidamente registradas. Le pregunté de dónde sacaba dicho número. ¿Cuál es la fuente? Aún no recibo respuesta. 
Sin embargo, ayer alguien me pasó esta nota reciente de La Nación que parece brindar una pista. Los primeros párrafos rezan:
“El 55% de las armas que utilizan quienes cometen delitos tienen los papeles en regla. Así lo confirmó un informe sobre armas de fuego y violencia en Costa Rica. El documento fue entregado por Max Loría, viceministro de Paz (cartera de Justicia), quien se muestra preocupado por la falta de control sobre portación de armas”.
Lo primero que noté es que la estadística ya no es 63%, como le dijo Loría al Semanario Universidad, sino 55%. La cosa no queda ahí. Más adelante la nota agrega: “El documento explica, además, que el 77% de los homicidios son cometidos con armas de fuego debidamente matriculadas”.
Hoy procedí a leerme el informe el cual se encuentra disponible en la página del Vice-Ministerio de la Paz. ¡Vaya sorpresa me llevé! En ninguna parte de las 25 páginas del documento aparecen las dos estadísticas que reportó La Nación. Ustedes pueden comprobarlo por cuenta propia descargando el estudio aquí
El informe sí dice que el 64% de los homicidios ocurridos en el 2009 fueron cometidos con armas de fuego. Pero en ninguna parte dice cuántas de esas armas estaban debidamente inscritas. Como señalé la semana pasada, asumir que todas estaban en regla—incluyendo en aquellos asesinatos relacionados a narcotráfico y sicariato—resulta un atentado a la lógica. 
Nuevamente insto por este medio al viceministro Loría a que nos diga de dónde está sacando sus cifras. O en su defecto, que explique por qué le está mintiendo a los costarricenses en un tema tan importante como la seguridad ciudadana.

¿De dónde saca sus estadísticas el viceministro de la Paz?

¿De dónde saca sus estadísticas el viceministro de la Paz?
 JUAN CARLOS HIDALGO
 30 AGO 2012

 En el 2009 hubo 501 asesinatos, de los cuales 323 (un 64%) se cometieron con arma de fuego. Costa Rica es una sociedad armada a pesar de ser un país de paz, se lamenta el Semanario Universidad. Es una noticia a la que ya nos tiene acostumbrados la prensa nacional. Forma parte de una cruzada mediática del Ministerio de Justicia y Paz, con la colaboración de la Fundación Arias para la Paz, tendiente a prohibir la posesión de armas en nuestro país. Y para eso apelan a tergiversar las estadísticas sobre crimen de una manera asombrosa.

En el pasado las autoridades han negado que su intención sea desarmar a la ciudadanía. Han dicho que su preocupación son las armas ilegales (que, por definición, ya están prohibidas), y que los controles que pretenden van en esa dirección. Sin embargo, en las últimas semanas el viceministro de la Paz (¡vaya nombre!), Max Loría, ha venido dejando cada vez más claro que lo que pretende el gobierno es “reducir paulatinamente el número de armas en manos de particulares”, en otras palabras, atacar la posesión de armas que son permitidas y que están legalmente registradas.

Como he señalado con anterioridad, lo único que logran estas leyes es desarmar a aquellas personas que cumplen la ley. Los criminales, por definición, continuarán armados y más bien se verán beneficiados con la medida puesto que saben que sus potenciales víctimas serán incapaces de defenderse. Basta con revisar los diarios para ver que el uso defensivo de armas es bastante común en Costa Rica. Más aún, lo que se reporta en los medios es por lo general aquellos casos en donde un criminal es asesinado por su víctima. En la mayoría de los casos que un arma es usada con fines defensivos, el agresor no muere.

Sin embargo, el viceministro Loría recurre a una estadística para demostrar, según él, que el problema son las armas legales: el 63% de los crímenes en Costa Rica se comete con armas de fuego debidamente registradas. El dato suena contundente, pero queda la interrogante: ¿de dónde la sacó? El funcionario no lo aclara, pero a los medios parece no importarles puesto que la repiten sin ton ni son.

Según he averiguado, la estadística viene del Poder Judicial y tiene que ver con la cantidad de homicidios dolosos cometidos en el 2009 en el país. Ese año hubo 501 asesinatos, de los cuales 323 (un 64%) se cometieron con arma de fuego (ver el cuadro). Sin embargo, de inmediato saltan varias dudas con esa estadística. El viceministro Loría achaca el 100% de los homicidios con armas de fuego cometidos en el país a armas registradas legalmente. ¿Puede el viceministro respaldar esa afirmación? Porque basta con ver el desglose en la tabla adjunta para notar que 41 de los asesinatos fueron por problemas de droga. ¿Andan todos los narcotraficantes con armas debidamente inscritas? También, vemos 10 homicidios por sicariato. ¿Los sicarios registran sus armas? ¿Y los 91 homicidios por robo o asalto fueron todos realizados con armas legales? Además, se incluyen en la estadística los 21 homicidios por legítima defensa, los cuales claramente ocurrieron con armas legalmente inscritas, pero, como el nombre lo dice, fueron usos legítimos de las mismas. Podríamos seguir desgranando las cifras, pero no hace falta ver que la estadística del viceministro Loría es claramente fraudulenta.

El viceministro debería explicarnos la fuente de su afirmación, y también decirnos cuántos de los homicidios cometidos en Costa Rica son realizados por personas que cuentan con un permiso para portar armas. Esa es la estadística que cuenta a la hora de analizar si la tenencia legal de armas por parte de particulares es un problema que merece ser atacado.

Tiene la palabra el viceministro Loría.