jueves, 15 de diciembre de 2011

Prejuicios y falacias sobre el control de armas

Excelente artículo publicado por el señor Juan Carlos Hidalgo en su blog: "Por la libre".


Prejuicios y falacias sobre el control de armas

El martes pasado tuve la oportunidad de participar en el programa “Minuto a Minuto” de Radio Reloj sobre el tema del control de armas. Los otros dos entrevistados fueron Luis Alberto Cordero, director ejecutivo de la Fundación Arias para la Paz, y Marcela Chacón, viceministra de Gobernación. Sobra decir que ambos buscan limitar severamente el acceso legal a armas de fuego por parte de los ciudadanos. El audio de todo el programa puede escucharse aquí.

Si algo me quedó claro de este intercambio son tres cosas: Primero, lo que pretenden el gobierno y la Fundación Arias para la Paz es una prohibición de facto de la posesión legal de armas de fuego para defensa propia. Tanto Chacón como Cordero dijeron que ellos no buscan prohibir, pero de sus intervenciones queda muy claro que su intención es hacer tan difícil el acceso legal a un arma de fuego que en la práctica tendríamos una prohibición. Como dijo Cordero en su momento, el tener un arma para defensa propia debe ser, según él, “un privilegio” y no un derecho.

Segundo, mediante un manejo muy engañoso de términos, lo que busca el gobierno no es atacar la posesión ilegal de armas de fuego, sino la legal. La viceministra Chacón en un momento se dejó decir que querían una ley para atacar el tráfico ilícito de armas, lo cual es un absurdo. Si el tráfico ya es ilegal, ¿para qué una nueva ley? No hizo falta escarbar mucho en sus argumentos para sacar a relucir que lo que a ellos les incomoda es la posesión legal de armas por parte de ciudadanos responsables. Como sabemos, los criminales por naturaleza no hacen caso de las leyes. Así que cualquier legislación nueva que pretenda dificultar (o hacer casi imposible) el acceso legal a las armas de fuego solo será acatada por la gente buena y responsable. Los criminales harán mesa gallega con la ciudadanía desarmada.

El tercer punto que quedó claro de la entrevista es que la posición de Chacón y Cordero no se basa en datos duros y estadísticas contundentes sino en prejuicios y suposiciones. Cuando le pedí a la viceministra que me dijera exactamente cuántos crímenes se cometen con armas legalmente registradas, no pudo dar una respuesta más que “un altísimo porcentaje”. ¿Cuánto es eso? ¿Es mucho pedir un número concreto? Cordero sí brindó cifras cuando dijo que “2 de cada 3 armas legales que circulan en América Central son ilegales” (minuto 1:05:15 de la entrevista). Y a partir de dicho atentado a la lógica, se dejó decir que “seguramente” 2 de cada 3 crímenes en Centroamérica se cometen con armas no registradas. Después de semejante mejunje, Cordero tuvo la osadía de decir que “La estadística no se equivoca”.

La Ley de Armas y Explosivos brinda regulaciones razonables sobre quién puede acceder a un permiso para tener un arma de fuego. El problema es que algunas de estas regulaciones, como el examen psicológico, se han vuelto una broma de mal gusto. En lugar de prohibir (de jure o de facto) la posesión legal de armas para defensa propia, lo que el gobierno debería hacer es hacer cumplir bien las regulaciones que ya existen. Como dejó claro ayer un artículo de Rafael Rodríguez Salazar en La Nación, ni las autoridades ni los proponentes de un mayor control de armas han podido decirnos exactamente cuántos crímenes o accidentes fatales se cometen con armas legalmente registradas. Hasta el tanto no tengamos ese dato, no hay razón para creer que la posesión legal de armas por parte de la ciudadanía es un problema.

El derecho a portar armas para defensa propia es consustancial al derecho a la vida. Según ha dicho el mismo gobierno, en Costa Rica hay un sólo policía por cada 1.000 habitantes y el Estado no puede garantizar la seguridad de la población, por lo que la gente tiene derecho a defender su vida y propiedad. Al pretender limitar este derecho, en base únicamente a suposiciones y prejuicios, la administración Chinchilla y la Fundación Arias para la Paz se convierten en cómplices de los criminales.

1 comentario:

  1. Excelente artículo, rebate con argumentos y desnuda las falacias que de manera recurrente utilizan las diferentes personas que defienden la propuesta de ley que ha presentado el Gobierno y la Fundación Arias, con el sin sentido de combatir la criminalidad prohibiendo que las personas que poseen armas legalmente inscritas o deseen inscribirlas puedan hacerlo.

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