miércoles, 1 de julio de 2015

¿Política de república bananera?

Dice don Oscar Arias que tomar una decisión contraria a la de sus deseos, de cara a la venidera votación en Naciones Unidas sobre la admisión del Estado palestino, sería “volver a los viejos tiempos en los que tuvimos una política exterior típica de las repúblicas bananeras centroamericanas”. La altanería nunca ha sido buena consejera en la conducción de la “cosa pública”, y esta no es la excepción.
Me hubiera encantado saber cómo serían nuestra relaciones –hoy tan tormentosas – con la vecina Nicaragua, si el expresidente hubiera dedicado sus esfuerzos e innegable capacidad a mejorarlas, en vez de ofender a nuestros vecinos en cada oportunidad que se le presentó. La pregunta es retórica; hoy a nuestra Presidenta no le queda más opción que bailar con la más fea, gracias a la mesa que don Óscar le dejó servida.
Afirmación conveniente. Agrega el expresidente que no votar a favor del reconocimiento de la declaratoria unilateral del Estado palestino “sería enterrar la política digna y ética que Costa Rica inició en 1986”. Extraña aseveración, propia de la amnesia selectiva y la conveniencia política. Porque el verdadero cambio en la política exterior costarricense se dio durante su segunda administración, veinte años después de que, según él, se iniciara la era de la dignidad y la ética. Aseveración que, además de extraña, no resiste el mínimo escrutinio.
Desde mediados del siglo XX, si no antes, la política exterior costarricense se rigió por los principios de la defensa de la democracia, la promoción de la paz, y el respeto a los derechos humanos, valores que promovimos con especial ahínco en el ámbito internacional. En virtud de la proclama presidencial sobre la neutralidad perpetua, activa y no armada de Costa Rica, emitida en 1983 por el entonces presidente, don Luis Alberto Monge, Costa Rica sigue también la política de buscar y ampliar relaciones diplomáticas con la mayoría de los países del mundo, pero jamás permitió –hasta el año 2006– que las satrapías y dictaduras dictaran los términos de la relación. Nunca la Unión Soviética exigió a Costa Rica romper relaciones con Estados Unidos a cambio de su amistad, ni tampoco la condicionó a que estableciésemos relaciones con Cuba mientras no lo consideramos oportuno.
Política mercantilista. Esa política exterior verdaderamente digna y consecuente con la esencia del ser costarricense, fue abandonada durante la segunda administración del Dr. Óscar Arias Sánchez, a favor de una política exterior mercantilista, donde poco o nada importa la calidad moral o el récord en materia de derechos humanos de nuestros nuevos socios diplomáticos y comerciales, siempre y cuando puedan donar o financiar sin intereses la construcción de estadios o la adquisición de radiopatrullas que no cumplen los estándares mínimos de calidad, o nos puedan canjear votos en los más variados foros internacionales.
Nos preguntamos –porque es algo que se mantuvo muy callado– si algo de complicidad tica hubo en dos escandalosos nombramientos que se dieron en la ONU en el ocaso de la segunda Administración Arias: el de Libia al Consejo de Derechos Humanos (mayo de 2010), y el de Irán a la Comisión sobre el Estatus de la Mujer (abril de 2010).
El reconocimiento que hizo don Óscar Arias del Estado palestino no está siendo cuestionado; es necesaria la creación de dicho Estado para alcanzar una paz justa y duradera en el Medio Oriente. El único voto digno, ético y consecuente con nuestra tradición, que puede Costa Rica emitir en la ONU acerca de la admisión del Estado palestino, es la abstención. Con ella se refuerza el mensaje de que Costa Rica respalda la creación del Estado palestino, pero no acepta a Hamás, el socio terrorista de la Autoridad palestina, y reafirma su convicción de que –acorde con el derecho internacional– la paz únicamente será alcanzada por medio de las negociaciones sin condiciones entre las partes, y jamás mediante medidas unilaterales como la que se quiere validar en el máximo foro internacional.
Eli Feinzag.
2011.

No hay comentarios:

Publicar un comentario