Gracias Don Jorge por su legado, es enorme y fructífero.
Afortunadamente, en su caso usted sí fue reconocido en vida, aunque me temo que todavía no hemos terminado de dimensionar su huella.
Es usted sin duda el ingeniero más prominente e importante que tuvo Costa Rica durante el siglo 20 y es la referencia, faro y fuente de inspiración para quienes hemos pasado y pasarán alguna vez por las aulas de las escuelas de ingeniería de este país.
Fortaleza para su familia y paz a su alma, porque la misión está cumplida.
Como fui enseñado que los homenajes son en vida, le recuerdo un par de artículos en los que lo mencioné y que fueron publicados en su momento por el periódico La Nación.
Gracias Don Jorge.
¿Quiénes son mis líderes?
y
El ICE y el TEC
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